Nos hemos portado mal y…

Dios, Perséfone o el Big Bang nos ha torturado con el verano. Si amigos, el verano, todo el mundo se alegra cuando llega esta época del año, pero simplemente porque es el mes que típicamente nos cogemos de vacaciones, y es simplemente, porque está en el medio de los 12 meses del año y Paco, el del Corte Inglés, que fue el que inventó los cruceros por las islas griegas, dijo que al Sr. Palotes le apetecería ir de vacaciones a la mitad de su año laboral. Lo triste es que sólo tengamos un mes de vacaciones, como siempre España a la cabeza de Europa junto con Rumanía, Bulgaria, Polonia, etc. Eso daría para otro post, por lo que no me extenderé.

Bueno continuando que se me le va la cabeza, el verano, es una tortura, ¿porqué? Os preguntaréis, por tres razones:
1) Una caló que ave bolo tu verá, como diría mi hijita.
2) Nuestras playa invadidas por el cangrejo Günter, de origen alemán y que se pirra por la birra.
3) La programación televisiva.

Me gustaría recalcar el último de ello, para mí uno de los puntos que más nos amargan, porque, estás en tu casita, no puedes salir de fiesta porque al día siguiente tienes que currar (solo tenemos un mes de vacaciones y la tortura dura tres meses), no puedes dormir porque tienes musha caló, lo que hacen la mayoría de los mortales, es poner la tele (Sánchez Dragó no es humano mortal es un gato y tiene siete vidas- los que no hayan cogido este chiste que escuchen al ínclito llorando en Onda Cero, en el programa de Isabel Gemio, la muerte de su amada gata-), pero HORROR, nos encontramos con la Carmen Alcayde y su grupo de frikis del guaypaut, justo cuando pensábamos que nos habíamos librado de Ramón García y su look casual (todo el mundo lo recuerda con la capa en nochevieja) en el Grand Prix. El programa de la presentadora tomatera, ha sido de lejos lo peor que he visto en la televisión desde el vídeo de Parada y Marujita Díaz en el barco, de verdad, que panda de frikis, de descerebrados, de borregos, de oligofrénicos, en fin, los concursantes lo cierto es que estuvieron a la altura de la presentadora, que la pobre como se dice en mi tierra, no da pa’ más.

Por eso y para terminar, envíamos a dormir con los peces a los programadores televisivos, al cangrejo Günter y como no para no perder el tono político, a los sindicatos por no luchar más por que tengamos más de un mes de vacaciones, aunque sea para disfrutarlos en verano.